El pasado viernes, terminé de comer con la amarga noticia de un nuevo atentado, esta vez en Kabul y cerca de la Embajada de España. Ya se me cortó el cuerpo, pues cada día entiendo menos la barbarie terrorista ya sea por ideales políticos, territoritoriales o religiosos. A las pocas horas, nos llegaba la noticia de la muerte de un Policía Nacional y al día siguiente la de otro. Sus nombres: Jorge García Tudela e Isidro Gabino Sanmartín.
El lunes, gracias a TVE1, que retransmitió el funeral de estos dos héroes, me sentí más cercana a ellos, pues aunque quisiera no podía estar allí físicamente. En todo el funeral no pude parar de llorar, porque duele ver dos familias más rotas sin razón, y eso que sólo estoy hablando de los fallecidos, pero los otros 7 policías que estaban allí y vivieron también el atentado en primera mano, también son victimas y les costará recuperarse de lo que han vivido y de tener que despedir a dos compañeros.
No me sorprendió para nada el silencio que hubo, pues las Fuerzas de Seguridad del Estado saben lo que es la educación y el saber estar. No pudieron evitar lágrimas, porque aunque lleven uniforme son personas y tienen sentimientos. Me hubiera gustado, que la Medalla Roja al Mérito Policial y la gorra, se la hubiera dado el Rey a las viudas, aunque lógicamente, más me hubiera gustado que estas dos medallas no se tuvieran que dar nunca más, y menos por terrorismo.
Desde aquí va mi homenaje a estos dos policías, que cumpliendo su deber perdieron la vida, así como a todas las personas que han pasado por un atentado.
Descansen en paz.
Lo demandó el honor y obedecieron,
lo requirió el deber y lo acataron;
con su sangre la empresa rubricaron
con su esfuerzo la Patria engrandecieron.
Fueron grandes y fuertes, porque fueron
fieles al juramento que empeñaron.
Por eso como valientes lucharon,
y como héroes murieron.
Por la Patria morir fue su destino,
querer a España su pasión eterna,
servir en la Policía Nacional su vocación y sino.
No quisieron servir a otra Bandera,
no quisieron andar otro camino, no supieron vivir de otra manera.
0 comentarios:
Publicar un comentario