Mi mejor amigo, se llama Coco.
Es mi perro, y hace años lo tuve que adiestrar de forma estricta, para que volviera a ser un perro dócil, como cuando lo tuvo su madre, la Coca.
El Coco, se puso agresivo porque era el macho "dominante" y quería mandar sobre todas las cosas, y tuve que tomar medidas.
Llamé a una adiestradora especializada en perros con problemas de conducta, como el famoso "César Millán, el encantador de perros", y aunque sus métodos me parecían desproporcionados, me ayudó bastante, pues ya mi perro es un perro al que se le puede sacar, pero con unas normas.
Me pareció muy curiosa una frase que dijo la adiestradora, y era "que es más dificil adiestrar a los humanos, que a los perros" , y es algo que llevo observando desde varios meses y hoy ha dado la cara.
Para que un perro obedezca, es importante que todos los de la misma familia, o los que lo saquen sigan las mismas pautas, porque sino el animal hace lo que quiere, y asi es y asi ha sido.
Asi que, por no seguir las normas, he sufrido yo las consecuencias, y me estoy planteando sacrificar a mi perro.
Es una situación dura, pues mi perro es mi mejor amigo, ha estado ahí cuando he tenido una mala racha, y obligándome a salir me olvidaba de mis problemas. LLego a casa y no estoy sola, me da compañía y también cariño. Pero si las personas que están a su cargo no se hacen responsables de que no es un perro normal, me tendré que ver obligada, con todo el dolor de mi corazón, y después de haber invertido tiempo y dinero en adiestrarlo (para nada, porque cada uno hace lo que quiere y el perro es el que "supuestamente" manda), a sacrificarlo, para que no me haga más daño, y menos a cualquiera que pase cerca, por no ser un adulto responsable.
Mi perro no es consciente de lo que hace, pero los adultos que lo sacamos sí. Y si lo sacrifico será él el que pague las consecuencias de nuestra irresponsabilidad.
0 comentarios:
Publicar un comentario