Con este blog deseo expresar mis sentimientos, tanto del corazón como los más viscerales, que suelen ser de mi tierra.

Ya se ha publicado un par de cosas mias en este medio, gracias a un amigo, y ahora por fin me he decidido yo a publicar un blog.

Espero que os guste.

Por cierto, se admiten comentarios. También criticas constructivas, por supuesto.

Muchas gracias.

Anchama.

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Anchama al natural

Presente, pasado y futuro.

EL ENANO GIGANTE 17:35


Se trata de un enano gigante. Me dirás que no puede ser, que si es un gigante no puede ser enano y que si estás un enano no puede ser gigante y tendrás razón, pero el protagonista de este cuento es un enano gigante. Creció como todos en un hogar normal de una familia normal. No habría mucho para contar de su historia que no sea parecida a la de todos y por lo tanto no se justifica perder el tiempo en su relato. Lo que importa es que un día se dio cuenta de que debía partir. De alguna forma, él esperaba esta llamada espiritual y estaba preparado para acudir. Sin embargo, le decepcionó descubrir que la llamada no era con clarines y fanfarrias, que no venían carruajes con tesoros para compensarlo por su partida y que ni siquiera se le encomendaba el rescate de ninguna princesa ni la muerte de algún dragón. Era sólo una llamada. Y ya está.

Pero el enano gigante no podía desoírlo. Debía partir. Se preparó mil argumentos sobre el deber, sobre la responsabilidad y sobre el sacrificio que utilizaría para responder a todos los que le rogaran que se quedara. Ensayó gestos de desprecio para los que le ofrecieran dinero por quedarse y besos inocentes para dejar en la frente de las damas que trataran de entregarle su virtud a cambio de su renuncia a partir. No tuvo que usarlos, porque a la hora de su partida no había nadie.
La calle estaba simplemente desierta.
Quizá si hubiera sido un enano enano le hubiesen pedido que se quedara. Tal vez, de ser un gigante gigante le hubieran rogado lo mismo. Pero a él no. Él no era ni una cosa ni la otra. Ni siquiera era ninguna de las dos. Él era la suma de todo y eso no se podía comprender.
Se fue en silencio, con la cabeza baja, cosa que no le costaba mucho porque era enano, y la frente bien alta, que le era sencillo por ser gigante.
Se preguntaba: “¿cómo es posible que nadie llore mi partida? ¿cómo he llegado a no ser necesario para nadie? ¿cómo puede ser que todos puedan vivir sin mí? ¿cómo pueden saber todos que me voy por tanto tiempo y ninguno pedirme que me quede?”
A medida que andaba hacia la montaña se dio cuenta con dolor de que ciertamente los que quedaban tampoco debían ser tan imprescindibles para él, porque si no, se dijo con sinceridad, si no, no se estaría yendo.
A medida que caminaba se iba sintiendo cada vez más pequeño y esto paradójicamente lo hizo saberse cada vez más grande...



Como sabeis, me gusta mucho Jorge Bucay, un gran psicologo y además escritor. En sus libros, mediante cuentos nos da pautas para ver la vida, y a veces o mejor muchas veces te sientes reflejado/a en cada cuento, pues es la vida misma. Este cuento, el día que lo leí lo tuve que releer, y me hizo ver, que yo también soy una enana gigante, y que cada día que pasa me hago más grande...(aunque antes ya lo era, pero no lo apreciaba).
Gracias a los que estais ahi, y haceis que me quede.

1 comentarios:

rafa dijo...

Gracias por divulgar narraciones que nos hacen pensar, reflexionar sobre nuestra vida y desarrollo personal y espiritual, un abrazo con mi reconocimiento sincero.