Me he vuelto a apuntar a pilates, más que nada porque mi espalda me estaba pidiendo a gritos que lo hiciera.
El mes de enero he tenido un parón en el gimnasio, pues terminé mi Grupón y tenía que apuntarme con la tarifa normal y con tantas fiestas y médicos por medio no era plan. Durante ese mes he visto las estrellas, me ha dolido todo llegando varios días a arrastrar la pierna. Así que el miércoles me decidí, me fui al gimnasio y además de apuntarme dí mi primera clase del año.
Tan sólo el hecho de estar tumbada en la colchoneta ya me dolía la espalda, sobre todo las escápulas, pero me esforcé e hice todos los ejercicios, algunos cambiados como yo los tenía. Pensé que iba a tener agujetas, pero no, lo que tuve esa noche rápidamente fue sueño y dolores livianos por haber estirado todo el cuerpo.
Hoy vuelvo a la carga.
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