Hay personas que independientemente de ser protagonistas o no de algunos eventos les gusta el afán de protagonismo, que no es lo mismo.
Tú puedes ser el protagonista de una historia, contarla, mostrarla y ya, y otra es que sin cesar no pares de intentar ser el centro de atención, vaya o no la historia contigo, y eso es lo que me repuzna.
Yo intento ser la humilde persona de siempre, y reconozco que me gusta que me alaben los méritos que tengo o que hago, pero lo que no estoy siempre es dándome golpes en el pecho y presumiendo de cosas que hago porque me salen del corazón. Eso me distingue de tener afán de protagonismo y me alegro de ello.
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