Hoy es un día triste para mí, hoy hace 3 años que tuve que dormir a mi perro, y aunque no me arrepiento de lo que hice, pues fue para que no sufriera, me sigue doliendo estar sin él.
Pensé que lo tenía más que superado, pero no es así. No puedo evitar que se me escapen algunas lágrimas al ver sus fotos, sobre todo las de ese maldito mes que le entró la enfermedad y lo consumió.
Echo tanto de menos a mi perro, salir con él, verle disfrutar cuando dábamos nuestros paseos hiciese el tiempo que hiciese, que se echara a dormir a mis pies, que me esperase mirando por la ventana cuando iba a por el pan...
Hoy volvemos a tener otro boxer macho, cachorro y atigrado que físicamente no tiene que ver con mi perro, pero que hace algunas cosas como él. Me da algunas alegrías y le hago muchas perrerías, pero no es mi perro, y nunca suplirá a Coco. Es verdad que ayuda, pero quizá tenerlo a él, también me recuerda más que yo ya no tengo a mi fiel amigo conmigo, al menos en este mundo.
Cómo se puede echar de menos tanto a un perro? Cómo pueden pasar los años y no olvidarte de él? Quizá porque aunque me dio algún que otro quebradero de cabeza, siempre me fue fiel, me quería incondicionalmente y me sacó de más de una sin pedir nada a cambio.
Cuando pueda volveré a tener perro, aunque nadie sustituirá a mi Coco en mi corazón.
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