Tendría que sentirme feliz, contenta, y no es así. Soy como un león metido en una jaula, que nadie me ha impuesto. La jaula es grande, espaciosa, de oro...puedo caminar, correr, brincar...pero en el fondo es una jaula. Tengo todo lo que tiene un animal doméstico, pero yo soy un animal salvaje, y hecho de menos la libertad de la selva. Estoy buscando la puerta. ¡Ójala esté abierta!, aunque una vez delante no sé si saldré.
0 comentarios:
Publicar un comentario