Son las dos de la tarde. Mi padre se acaba de ir, porque hoy tiene el turno de tarde. Mi hermana y yo en breve nos iremos al cole, y mi madre se quedará en casa cosiendo.
Suena el telefonillo. Mi hermana pregunta quien es, y es mi padre, que se le ha olvidado la pistola (que raro, él siempre la lleva consigo).Sube. Mi madre le pregunta, y él contesta que no, que le han puesto un pepino en el coche. Llama a los artificieros. El nerviosismo se apodera de mi familia, de mi....un pepino, es una bomba.
Vienen los artificieros, todo es manual, desalojan todos los pisos de alrededor, nos obligan a bajar persianas y alejarnos, van a intentar desactivar la bomba, y sino, explotará.
Yo tengo 12 años, y me puede la curiosidad, me acerco a la ventana, subo un poco la persiana, y boooooommmmmmmm.......veo explotar mi coche por los aires, tengo ese estruendo en los oídos que no sé si algún día olvidaré. Rompo a llorar, mi coche, mis sueños, mis brazos....con cristales, por cotilla.
Mi padre está sano y salvo, pero esto ha sido una sentencia de muerte...mi madre en la cama, con un ataque de ansiedad o que se yo. Viene el médico de urgencias, vienen policías, me riñen porque abro la puerta sin que se idenfiquen....Tengo sólo 12 años, Dios Mio!!!
Se llevan a mi padre, está disfrazado para que no le reconozcan. No podemos salir de casa, tenemos que estar siempre visibles y vigiladas.
Ya sí, toca irse de Basauri. Dejar a mis amigas, mi colegio, mis montes, porque unos mal nacidos han querido matar a mi padre.....
Juro que un día me vengaré. Que seré policía. Que voy a luchar contra estas alimañas....
Esto ocurrió hace 27 años, en Basauri, Vizcaya.
Hoy es el 27 aniversario del atentado de mi padre. Aquí no habrá homenaje, y pasará desapercibido como todos los años.
Hasta
el año pasado, para el Ministerio del Interior, esto no era un
atentado, mi padre no era Víctima del Terrorismo, porque no estaba
muerto, pero si se hubiera subido tal día como hoy al coche, sería uno
más de los que han honrado en Madrid en Junio, por haber muerto a causa de Eta,
pero al estar vivo, no se merece nada.
Hoy
estoy triste, porque para mi, hoy realmente es cuando cumple mi padre
años, hoy hace 27 años, que un ángel le puso las manos encima, para no
dejar una viuda y dos hijas huérfanas, y no puedo estar con él porque
está cuidando a mi abuela.
Hoy,
hace 27 años, que mi vida se destructuró. Dejé atrás grandes amigos, y
después de tres mudanzas sigo sin hallar mi sitio. Me duele haber sido
exiliada de mi tierra, Euskadi, porque mi padre es Policia Nacional. Me
duele haber ido a Basauri, y que me recordaran que era "la del coche que
explotó en Bazozelay".
Me
duele, y me indigna, que 27 años después, el caso de mi padre esté
impune. Que el etarra que puso la doble bomba en los bajos de nuestro
coche particular, no tenga imputado el delito de tentativa de asesinato,
porque aunque mi padre está vivo, este asesino debe pagar por lo que
hizo. Por lo que nos hizo. Y el nombre de este asesino es Juan Carlos Iglesias Chouzas, alias "Gadafi".
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