El sábado fui mi cumpleaños, y lo celebré con mi familia antes de ir a trabajar.
Mi hermana me hizo el mejor regalo posible, un cuadro de mi perro. Me encantó, y aunque lo que más me hubiese gustado es que siguiera vivo, tenerle retratado en el salón, es una muestra de lo importante que era y es para mi.
Yo estaba ahorrando para que me lo pintaran a pastel, aunque mi hermana me lo ha regalado en blanco y negro, pero la esencia es la misma. Es él.
Mañana hace 4 meses que se fue, y me sigue doliendo como el primer día. Me consuelo con que hice lo mejor, no dejarle sufrir más de lo que ya lo estaba haciendo, pero le extraño tanto...
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