Hoy es el 25 aniversario del atentado de mi padre, y precisamente por estas horas es cuando ocurrió todo.
Aqui no vendrán periodistas, ni políticos, seguirá siendo un atentado sin reconocer a su victima, 25 años después. Y lo más triste, es que tienes que demostrar con hechos que eres una victima, porque el simple hecho de que te hayan querido matar, que te hayan amenazado, que te hayan jodido tu vida no vale.
Se le da más valor a los asesinos, que a las personas que se han preocupado por mantener el orden en esta sociedad.
Aun asi, 25 años después, yo sigo con la esperanza de que algún día mi padre sea reconocido como victima, y no por el dinero, sino también, porque es algo que le corresponde no porque quiera, sino porque le intentaron asesinar con 37 años, simplemente por ser polícia.
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