Lejos de alegrarme por las desgracias ajenas, veo que el tiempo pone a la gente en su sitio, y como dice el refrán "torres más grandes han caido" y eso es precisamente lo que ha ocurrido. Recientemente, me he enterado que pilares de una empresa donde he trabajado y te trataban con la punta de un pie por exigir tus derechos, han sido bajados de categoría pasando a ser unos simples vendedores, como eramos los demás (y a mucha honra).
A ver si esto les sirve para ser más humildes el día de mañana si vuelven a ser jefes.
Porque sí que es verdad que hay que mirar por la empresa que es la que te da de comer, pero sin pisotear a los demás, ya sean tus compañeros o tus subordinados.
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