Experimentos realizados sobre el amor y el sexo en los seres humanos señalan que la misma zona del cerebro, el cortex cingulado anterior, se activa cuando hay excitación sexual y cuando el equipo mete un gol. Son estudios que demuestran que el amor, la atracción sexual tienen mucho de química. Ayer leí un reportaje sobres estos experimentos y teorías en El País. La hipótesis de Darwin era que las hembras elegían a sus parejas basándose en su "sentido innato de la belleza", pero la situación, al menos en la especie humana, parece haber sufrido todo tipo de complicaciones. El equipo de Steve Buss, de la Universidad Estatal de California en Fullerton, ha demostrado que el mismo hombre les parece más deseable a las mujeres si aparece rodeado de mujeres que cuando aparece solo, o rodeado de otros hombres. Por el contrario, una mujer pierde puntos ante los hombres si aparece rodeada de otros hombres. La interpretación no está muy clara, pero aquí hay algo que parece escapar del mero romanticismo. Hay otra componente más en la elección de pareja. Cuando los investigadores preguntan a grupos de estudiantes heterosexuales cuáles son los atributos que más valoran para formar una pareja, cada estudiante parece buscar los mismos rasgos que se atribuye a sí mismos.
0 comentarios:
Publicar un comentario