No soy de ver mucho la televisión y es que desde siempre es difícil que vea una película completa sin dormirme.
El jueves, cuando me iba a la cama empezó una película que se llama "Siempre estaré contigo" y aunque era tarde y no es el tiempo de película que me guste, sentí que la película tenía un trasfondo más allá del drama y así fue.
"Siempre estaré contigo" trata de como una joven pianista, guapísima, con dinero y con un matrimonio perfecto, es diagnosticada de ELA (Esclerosis Lateral Amiotrófica). Tras ver como esta enfermedad la va consumiendo poso a poco, decide contratar a una chica universitaria para que la ayude en todo sin hacerla sentir una enferma. Poco a poco, entre ellas se crea una amistad que va mucho más allá de la relación jefa-trabajadora.
La película, a pesar de ser un drama, pues trata una enfermedad degenerativa que hace depender al enfermo en todo momento de otra persona, se limita a describir la triste y cruda realidad. Al principio, todos tus amigos están ahí, intentan darte ánimo, pero con el paso del tiempo se van despegando (a nadie le gusta tener amigos enfermos) y al final, el enfermo se queda prácticamente solo, con los amigos de verdad y la familia. En esos momentos, también encuentras amistades que pasan por lo mismo, que te entienden y con los que creas un vínculo extraordinario.
Me he sentido muy identificada con esta película en varios aspectos y es que me ha tocado vivir situaciones similares.
Hace unos años sufrí un accidente en un autobús que me ha dejado la espalda "lista de papeles" y su tratamiento me afectó a la vista dejándome casi ciega. Fue un tiempo muy duro, pues los dolores de espalda me limitaban muchísimo y el no ver y la inseguridad que te crea también. Muchas amistades dejaron de llamar, de preguntar, de venir a verme...como si lo que tuviese se contagiase, y eso realmente "jode" y mucho. Pero me lo tomé con filosofía y empecé a tratar a las personas como me trataban a mi, y es que no hay mejor tratamiento que dar a cada "doctor" de su propia medicina.
Cuando estás mal física o mentalmente es muy importante el apoyo de la familia y los amigos, pues la enfermedad te limita y el enfermo intenta aislarse para no dar trabajo y poco a poco el carácter se agria.
También sé en primera persona, que es difícil estar al lado de un ser querido que se está muriendo, y vas viendo como día a día se consume sin que puedas hacer nada. Es difícil que no se te caigan las lágrimas de los ojos cada vez que estás delante, y haces un esfuerzo sobrehumano para intentar estar con una sonrisa en la boca, aun sabiendo que cuando estés a solas llorarás a raudales para aliviar tanto dolor. No quiero volver a pasar por este trance.
También me he sentido identificada en la parte altruista de la película. Estamos en una sociedad tan egoísta que pensamos que cuando alguien hace algo es en busca del interés y no por que le nazca. Hay muchas personas que hacen cosas y ayudan por el simple hecho de ayudar, sin saber que haciendo esto les aporta más que beneficios económicos o sociales, y yo invito a que la gente lo haga. Algunas veces no tienes los resultados que esperas, pero las personas por norma general y de manera innata responden aportando beneficios a quien ayuda. En mi faceta de delegada en Sevilla de la AVT sé que se me ha criticado, pensando algunas personas que lo hacía por "aparentar", pero nada más lejos de la realidad. He trabajado por y para las victimas del terrorismo y no sólo para las de la provincia de Sevilla sino para toda aquella que me lo solicitaba independientemente de donde viviese, y a cambio esto me ha aportado conocer personas maravillosas, de las cuales puedo decir que hoy son verdaderos amigos y eso para mi es mucho.
Datos de la película:
Nombre: Siempre estaré contigo - ( You're not you)
Año: 2014
Director: E.L. James
Autor: George C. Wolfe
Actores: Hilary Swank, Emmy Rossum, Josh Duhamel, Stephanie Beatriz, Jason Ritter, Julian McMahon
Sinopsis: Una pianista de música clásica a la que acaban de diagnosticar una enfermedad degenerativa contrata a una joven universitaria como cuidadora. Ambas compartirán confidencias y acabarán unidas por un potente vínculo emocional. Hillary Swank protagoniza este drama basado en la novela de Michelle Wildgen ''Nunca me dejes sola''.
La película, como el libro, divulga la vulnerabilidad y dependencia que provoca la esclerosis lateral amiotrófica (ELA), una enfermedad que precisamente en los meses anteriores al estreno de la cinta se hizo bastante conocida gracias al 'Ice Bucket Challenge', un reto viral que tenía como objetivo recaudar fondos para su investigación.