Las fotos anticuadas del CIS
Hace 5 años
Con este blog deseo expresar mis sentimientos, tanto del corazón como los más viscerales, que suelen ser de mi tierra.
Ya se ha publicado un par de cosas mias en este medio, gracias a un amigo, y ahora por fin me he decidido yo a publicar un blog.
Espero que os guste.
Por cierto, se admiten comentarios. También criticas constructivas, por supuesto.
Muchas gracias.
Anchama.
Ya se ha publicado un par de cosas mias en este medio, gracias a un amigo, y ahora por fin me he decidido yo a publicar un blog.
Espero que os guste.
Por cierto, se admiten comentarios. También criticas constructivas, por supuesto.
Muchas gracias.
Anchama.
Mi lista de blogs
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| INDEFINIDA | 10:00 |
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Aunque todavía no he firmado el contrato, se puede decir que desde el 1 de noviembre soy indefinida.
El año 2014 no fue un año muy bueno para mi, pues seguía en esa racha de ir cuesta abajo en todo.
Por verano, llevaba varios meses en paro, yendo a entrevistas, cursos...y por fin a finales de agosto entré en Konecta. Recuerdo que al día siguiente de firmar el contrato por ETT me llamó una empresa de electrodomésticos para que llevara yo una tienda nueva de electrodomésticos, y aun siendo un sector que me apasiona aposté por el telemarketing.
Al principio no me iba nada bien porque no vendía, estaba bloqueada y temía que me despidieran, pero cambié el chic, empecé a vender y pasé el periodo de prueba. A los dos meses, el 1 de noviembre de 2014, pasé de Ett a empresa y fue una gran sorpresa, pues por norma general se tarda mucho más, pero nos hicieton a bastantes y yo me puse muy contenta.
En estos 4 años que llevo en la empresa ha habido días muy duros. Entré en un departamento de ventas, y aunque me gusta vender, reconozco que vender por teléfono es muy complicado, aún así lo hacía, y el día que me venía a casa sin vender, pues me sentía mal, y si esto se repetía en días consecutivos la sensación de frustración era inevitable.
En enero, me trasladaron de departamento a atención al cliente y la verdad es que no me lo tomé muy bien, ya que no nos dieron ninguna explicación y tampoco la formación necesaria para desempeñar el puesto, así que entre el cabreo, el estress y la impotencia de querer hacer el trabajo bien y no poder hacerlo y una afonía producida por el uso excesivo que le damos a las cuerdas vocales en este trabajo, el ir a trabajar se me hacía muy cuesta arriba.
Hoy por hoy voy al trabajo contenta, pues estos meses me han dado muchas tablas para desempeñar mis funciones con soltura. Y además me he animado para cubrir un puesto de formadora (aunque aun estoy en el proceso de selección).
Poco a poco, la vida empieza a hacer "justicia" conmigo, y aunque nunca pensé en Konecta como la empresa que me daría una estabilidad laboral es la que me lo está dando.
Es un alivio no tener que estar pensando todos los meses, si el mes que viene te van a renovar, si te llamaran para la campaña de Navidad o suplir algunas vacaciones. Si por consiguiente vas a tener para pagar la hipoteca o para hacer la compea del mes. Es un gustazo saber que tienes vacaciones, y aunque el sueldo no sea muy bollante irte de mochilera a conocer mundo...
Llevo trabando con contrato desde los 20 años y creo que ya me tocaba ser indefinida y poder respirae un poco más tranquila, aunque sabemos que un contrato indefinido no nos asegura nada.
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