De todos es sabido que España es un país de pícaros, y así lo narra Miguel de Cervantes en su obra "Rinconcete y Cortadillo" de 1613.
Pero esta vez no voy a hablar de nuestra picaresca, sino de las que usan otras personas extranjeras que vienen a nuestro país a disfrutar del sol, las playas, la comida...y de todo lo bueno que tiene España.
Hace años varios extranjeros denunciaron a los tour operadores y también a los hoteles donde se hospedaron de intoxicaciones alimentarias, y así consiguieron que se les devolviera el importe integro o una parte importante del coste de sus vacaciones. Se hizo tan viral que ya ese truco no colaba..
Y ayer, una turista inglesa lo ha vuelto a intentar, pero esta vez con inos alegatos muy patéticos, pues su primera queja es que en Benidor hay muchos españoles, seguida de que somos muy maleducados y que ella tiene una discapacidad y el hotel no estaba acondicionado para ella y su problema.
Partiendo que ella contrata sus vacaciones en una agencia de viajes debe de informarse del hotel al que va a ir o bien ella informar de su minusvalía para que le busquen uno que se adapte a sus necesidades, porque en caso contrario si es cierto que las vacaciones se pueden convertir en una pesadilla.
Con respecto a que somos groseros y hay muchos españoles que decirle a esta señora. Si no quiere estar rodeada de españoles váyase a otro país o quédense en el suyo, así no tendrá ni que vernos ni aguantarnos, pero estos argumentos no son éticos para una reclamación y tener vacaciones gratis.
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