El viernes me incorporé después de un año al trabajo. La verdad es que iba muy nerviosa y no era para menos, un año desconectada, ofertas y aplicativos nuevos y lo que es peor una gran deficiencia visual a parte de el estado de mi espalda.
Llegué media hora antes y me puse a tramitar todo, mi silla, mi pantalla, el reseteo de mis claves, buscar quien era mi coordinador...Al final me pusieron a hacer un curso on-line y se dieron cuenta de mi deficiencia visual y de lo que me estaba costando enfocar la pantalla como para trabajar en línea.
No entienden cómo me han mandado a trabajar estando así, pues necesito la vista para trabajar, y es que 7 horas delante de un ordenador es una tortura.
Mañana iré de nuevo al trabajo y que sea lo que Dios quiera, pues hasta mayo no me vuelven a hacer las pruebas para operarme.
Con esta foto reflejo más o menos como veía y como veo actualmente.
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