Es increíble, como podemos perder la vida en unas décimas de segundo por una broma del destino.
Con esto me refiero a casos tan escalofriantes como el de ayer, que el profesor interino,Abel Martínez Oliva que estaba haciendo una sustitución de 10 días y que terminaba ayer precisamente, perdió su vida a manos de un alumno suyo.
La broma del destino: que no siendo su puesto fijo, que a un día de irse de ese instituto, tuviera que perder allí la vida, por estar en un sitio que no le correspondía.
Desde aquí, mi pequeño homenaje a este gran hombre, que no se merecía un final así.
Descansa en paz.
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