Hoy en el trabajo, he conseguido vender una lavadora, por tener empatía con una cliente. Ha salido el tema en los programas de la lavadora y la temperatura que se ha de poner para cada lavado. Yo le he dicho, que yo lavo siempre en frio o 30º, salvo cuando lavaba las mantas donde estaba mi perro que era a 40º, y ella pues me ha contado lo mismo, que ella también tenía perro y se le había muerto recientemente. Por poco nos ponemos allí las dos a llorar, recordando a nuestros "pequeños".
Al final, le he vendido la lavadora, y le he dado ánimos, pues sé lo mal que se pasa (y se sigue pasando), y le he animado a que cuando pase el duelo acoga de nuevo a un perro sin hogar, que es lo que espero hacer yo pronto.
0 comentarios:
Publicar un comentario