Este fin de semana ha sido de despedidas. He tenido que despedir a dos personas que he conocido en el mismo periodo de tiempo y que las he cogido mucho cariño a pesar de no haber pasado tantas horas con ellos.
La primera es mi compañero de trabajo, que aunque entramos el mismo día, se le ha terminado el contrato 10 días antes que a mi. Hemos cogido mucha confianza, pues hemos sido un buen equipo, y sólo con mirarnos ya sabiamos lo que queriamos decir. Los demás compañeros apostaban por nosotros como algo más.
El segundo es mi amigo méxicano, que tras 4 años de contacto, decidió venir a visitar España y conocerme a mi . No le he podido dedicar todo el tiempo que hubiese querido, pues me salió el segundo trabajo y es una oportunidad que no pude desaprovechar, pero si Dios quiere en octubre, le dedicaré más tiempo.
Por ahora tengo un sentimiento de nostalgia, pero espero que se pase pronto.
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