Hoy he estado trabajando en una gran superficie, de cajera, y no he podido dejar de tener una risa floja por unos minutos, cuando he escuchado las palabras que un cliente le decía a mi compañera, y os pongo en situación.
Dos cajas unidas, y por el pasillo de ambas pasan los clientes con sus carros. Detrás un tienda de comidas, y al lado de esta una establecimiento de comida rápida. Por ningún sitio carros de compra, salvo los que llevan los clientes con lo que han decidido comprar.
Pues bien, llega el cliente de mi compañera muy puesto y le dice. -" Señorita, me puede dar un carro?"
Yo me he hartado de reir, por la situación. Ni que nosotras debajo de las cajas los tuvieramos o nos lo sacaramos de la chistera.
Y es que hay veces, que ves que algunos tienen la cabeza de adorno.
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