Da la espalda a la rutina: prefiere nuevas rutas que volver a caminos mil veces hallados.
Contagia de alegría a tu entorno, e inténtalo más allá de las fronteras personales en las que te has ido recluyendo con el tiempo.
Pero recuerda: la única persona que te acompaña toda la vida eres tú mismo. ¡Mantente vivo en todo lo que hagas!
Rodéate de aquello que te gusta: familia, animales, recuerdos, música, plantas, un hobby, sea lo que sea….Tu hogar es tu refugio, pero no acabes encerrándote en él.
No sucumbas a la añoranza. Sal a la calle, ve a una ciudad vecina, a un país extranjero…pero no viajes al pasado que duela.
Di a aquellos que amas que realmente los amas, y hazlo en todas las oportunidades que se te presenten.
Y recuerda siempre que la vida no se mide por el número de veces que respiraste, sino por los momentos que te palpitó fuerte el corazón. De tanto reír, de éxtasis, de felicidad… y, sobre todo, de querer sin medida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario