martes, 24 de junio de 2014

ELEVANDO ANCLAS






No es fácil romper una relación, y para mí, tampoco lo ha sido, pero lo bueno, es que esta vez no he puesto toda la carne en el asador y por eso no me ha dolido tanto.
Si tuviera que hacer una análisis de mi relación, no diría que ha sido mala, pues aunque haya habido distancias kilométricas, no las había entre nosotros. El por qué el fin, pues sencillo: dos almas solitarias, se encuentran, cada una con sus manías, sus habitos e incompatibles con la otra persona. Se podría haber solucionado? Pues pienso que sí, pero la relación es cosa de dos, y si uno no para de mirarse sólo su ombligo, pues apaga y vámonos.
Yo lo que sé, es que lo he pasado mal dos días, porque se me ha juntado todo, pero sinceramente, ahora mismo, es como si me hubiera quitado ese ancla que me amarraba a no sé donde.
Pienso, que para querer a alguien, lo primero que tengo que hacer es quererme yo, y eso conlleva a estar donde tengo que estar y no en un segundo plano. 
Estoy contenta con la decisión tomada.

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